VIRUELA DEL MONO: ¡CONSIGUE INFORMACIONES CORRECTAS Y LUCHA CONTRA EL ESTIGMA!
En los últimos tres meses, se han notificado casos de viruela del mono en países donde la enfermedad no es endémica, y se siguen notificando en varios países endémicos. Desde entonces, el virus ha seguido propagándose, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a declarar el brote de viruela del mono como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Para que la necesaria respuesta internacional coordinada sea realmente eficaz, será importante aprovechar las lecciones del pasado, desde la crisis del SIDA hasta la pandemia por Covid-19: el estigma dirigido a determinados grupos de personas socava una respuesta verdaderamente integral a los brotes, exacerba el odio contra comunidades ya marginadas, y dificulta aún más su acceso a los servicios sanitarios.
Esta emergencia de salud pública ya está afectando profundamente a partes de nuestras comunidades. Según los últimos datos de la OMS, la mayoría de los casos confirmados se identificaron entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Aunque tenemos que garantizar que las respuestas a esta emergencia sanitaria tengan en cuenta a las poblaciones de mayor riesgo, no pueden alimentar una mayor marginación y estigmatización contra ellas. Tal y como declaró el Director General de la OMS, «El estigma y la discriminación pueden ser tan peligrosos como cualquier virus».
Por lo tanto, ILGA Mundo hace un llamamiento a todes a conseguir informaciones correctas sobre el brote de viruela del mono, rechazar el estigma y el lenguaje discriminatorio, y garantizar la igualdad de acceso a las vacunas y a la atención sanitaria.
Conseguir informaciones correctas
El virus de la viruela del mono se transmite de una persona a otra por contacto estrecho con lesiones, fluidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como la ropa de cama. Aunque también puede propagarse durante el contacto estrecho piel con piel durante las relaciones sexuales, la viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), y no está vinculada a la orientación sexual de una persona.
Cualquier persona que tenga un contacto estrecho con alguien infecciose corre el riesgo de contraer la viruela del mono. Sin embargo, hasta ahora se han identificado muchos casos entre hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y las personas trans y de género diverso también pueden ser más vulnerables en el contexto del brote actual. El riesgo de viruela del mono no se limita a estas comunidades, pero ellas son – según los datos actuales – las más expuestas en el brote actual.
Aunque las respuestas a esta emergencia sanitaria deben tener en cuenta la situación de marginación que ya afecta a nuestras comunidades, es fundamental que las medidas adoptadas no alimenten el estigma y la discriminación contra nosotres, y que las respuestas se basen en un enfoque basado en los derechos humanos.
En lugar de señalar a chivos expiatorios convenientes en un momento de emergencia de salud pública, los Estados y los funcionarios sanitarios deberían centrarse en abordar una situación que ya está afectando a las comunidades en su conjunto. Como señaló el director regional de la OMS para Europa, «está claro que están aumentando los casos en otros grupos de población (además de los HSH), incluidos las mujeres y los niños. La transmisión sexual por contacto estrecho es el principal modo de propagación, pero se están detectando casos a través de episodios de transmisión en el hogar, y a veces sin ningún antecedente claro de exposición».
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Rechazar el estigma y el lenguaje discriminatorio
Desde el comienzo del actual brote, ONUSIDA se ha pronunciado con razón contra el lenguaje y las imágenes que refuerzan los estereotipos homófobos y racistas al abordar la emergencia de la viruela del mono.
En lugar de convertir en chivos expiatorios a las poblaciones clave, así como a la población africana, todo el mundo debería atenerse a las pruebas disponibles en lugar de intentar identificar a les supuestes «culpables» basándose en estereotipos convenientes.
Como hemos visto una y otra vez, desde la crisis del SIDA hasta el Covid-19, asociar una pandemia a ciertos grupos de personas por sí solos socava una respuesta integral a los brotes, exacerba el odio contra comunidades ya marginadas y dificulta aún más su acceso a los servicios sanitarios.
Evitar la difusión de información errónea y rechazar la estigmatización será crucial para abordar rápidamente lo que ya es una emergencia de salud pública de interés internacional, y para afrontarla con eficacia antes de que la situación se agrave aún más.
Garantizar la igualdad de acceso a las vacunas y a la asistencia sanitaria
Dado que los casos de viruela del mono superan los 18.000 en 78 países, la OMS recomienda la vacunación selectiva para las personas expuestas a alguien infectade y las que corren un alto riesgo de exposición.
Sin embargo, el Director General de la OMS explicó que actualmente existen problemas en cuanto a la disponibilidad de las vacunas, y ha instado a los países con vacunas disponibles a compartirlas con los países que no las tienen.
Sin embargo, para garantizar un acceso equitativo, habrá que hacer más: para que les pacientes potenciales se presenten, habrá que eliminar todas las barreras a las pruebas, la atención médica o la vacunación. El estigma y el juicio son obstáculos demasiado grandes para les pacientes en su camino hacia la salud. No hay que olvidar las lecciones de las emergencias pasadas.